Salvador González Rivas, Salva, se encuentra actualmente en uno de sus mejores momentos como jugador sevillista. Asentado en un equipo donde todo marcha de forma extraordinaria, se desarrolla día a día un proyecto de gran jugador. Teniendo como bases el sacrificio y el trabajo duro, Salva está escribiendo con letras de oro su nombre en la historia del Sevilla Fútbol Club.

Corazones Sevillistas ha querido compartir un rato de charla con el mediocentro del filial. Aquí tenéis sus manifestaciones.

Salva, buenas tardes.

Buenas tardes.

Durante el transcurso de esta entrevista me gustaría hacer una vista atrás sobre tu pasado, comentar el presente que estás viviendo y hacer algunos vaticinios del futuro. Empezando primero por lo más lejano, el pasado, explícame cómo llega Salva a la disciplina del Sevilla FC.

Primero empecé jugando en Los Mares, en el barrio de Pino Montano. Mi padre me apuntó a este equipo porque estaba un poco harto de que jugase en la calle y fui allí. En Los Mares pasé dos temporadas, los de benjamín de primer y segundo año, hasta que en alevines el Sevilla se fijó en mí. Ya llevó aquí diez años y la verdad es que estoy muy contento, con muchos títulos, muchas alegrías que he conseguido a lo largo de mi carrera.

¿Le cuesta a un futbolista, que llega siendo un niño, asimilar que jugar en el Sevilla no es lo mismo que hacerlo en el equipo del barrio y que va a ser formado para ser futbolista profesional en un futuro?

En principio llegas aquí diciendo: “¡uf!, juego en el Sevilla. Voy a jugar en el mejor equipo de la ciudad”, y sí que es verdad que en un primer momento te lo tomas como un juego. Pero conforme van pasando los años, y ves que lo que estás haciendo es un trabajo y deja de ser un hobby, pues te das cuenta de que esto es muy duro, muy sacrificado, y que tienes que dejar muchas cosas fuera, como son los amigos, salir de juerga…, y la verdad es que cuesta un poco de trabajo.

¿Quién fue el primer entrenador que te marcó de una manera más especial?

¿El primero? Quizás te diría que fue Antonio Leiva, con el que estuve el primer año de infantil, y que nos empezó a enseñar maneras de jugar al fútbol porque, aunque había tenido otro entrenador antes, lo que hacíamos era optar más por el pelotazo. Antonio Leiva quiso que aprendiésemos a jugar a la pelota, a tocar, a moverse… Yo creo que fue el primer entrenador que me inculcó cosas positivas.

¿Y detalles del resto de técnicos que has tenido? Como Mariano Pulido, tu segunda etapa con Leiva, Ramón Tejada…

Sí, he tenido a estos entrenadores. Lo primero que te enseñan es a ser persona. Si eres buena persona fuera del campo, cuando estés dentro vas a ser un chico educado, vas a entender bien lo que te dicen y creo que, estando con los entrenadores que he estado se aprende mucho porque, la mayoría de ellos, han sido profesionales del fútbol.

¿Y compañeros que, con el paso del tiempo, han pasado de ser compañeros a ser amigos?

Al principio, yo creo que no. En el fútbol hay muchos celos, como en la vida cotidiana. Hay compañeros que están al lado tuya que fuera no lo son. Entonces, son más que nada compañeros de equipo, pero luego amigos pues, ahora últimamente, sí que me estoy llevando algunos porque, cuando uno se hace cada vez más mayor, aprende a valorar cosas que antes no valoraba. Esto hace que ahora sí que tenga varios amigos.

¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha pasado en el Sevilla? ¿Con qué te quedas? Quizás con los títulos, las Copas del Rey…

Lo peor, sin duda, la lesión de rodilla que tuve en el primer año de cadetes. Estuve seis meses apartado de los terrenos de juego. Y luego, lo mejor, claro que sí que han sido las dos Copa del Rey que he conseguido con los juveniles, los partidos que he jugado con el primer equipo, las pretemporadas con el filial… Pienso que esas pueden ser las mejores cosas con las que me quedo.

Y la oportunidad que tuviste de estar con la selección Sub - 19…

Es cierto. En juveniles, en el División de Honor, tuve la ocasión de disputar un torneo con la selección española, que fue mi debut con La Roja. La verdad es que fue una bonita experiencia.

¿Es la misma filosofía o varía de la que te han inculcado en el Sevilla?

Cambia muchísimo porque allí la filosofía es la que actualmente está: tocar continuamente el balón, realizar movimientos constantes, no pegar ningún pelotazo, intentando jugar la pelota siempre… y la verdad es que no se parece del todo a esto.

Viniéndonos más al presente, el año pasado ya pudiste disfrutar del Sevilla Atlético, aunque sólo disputaste el primer partido. ¿Es difícil asimilar que estás en el segundo escalón de la entidad y que, por ciertas circunstancias, no continuaste con esa progresión?

Hombre, el año pasado sí que lo pasé realmente mal y los que han estado a mi lado lo saben. Cualquier jugador que le preguntes y esté continuamente subiendo y bajando de equipo le afecta porque no te centras en un grupo concreto. Entrenas de lunes a viernes con un equipo, en este caso era el filial, y luego bajas al Sevilla C pues sí que cuesta trabajo asimilar lo que ellos habían entrenado durante la semana, que no era lo mismo que en el filial. También es difícil porque los compañeros del Sevilla C ven que no entrenas con ellos y eres titular siempre, y eso pues puede que les llegue a afectar.

Afortunadamente, y viniéndonos ya al presente actual, esta temporada no tiene nada que ver con otras anteriores. Estáis arrasando en la categoría. La campaña es magnífica: 16 de 27 en victorias, sólo 4 derrotas, 60 goles a favor y 27 en contra… Al principio el objetivo era permanecer, ¿cuál es el objetivo ahora?

Cualquiera que mire la tabla y que escuche que el objetivo era primero la salvación pues pienso que no se lo cree. Está claro que empezamos la temporada con la idea de salvarnos porque el año pasado habíamos sufrido mucho para conseguir mantenernos en la Segunda B. El equipo se hizo casi totalmente nuevo, con gente joven, juveniles… y claro que fue complicado. Pero con la llegada de Ramón Tejada y Jesús Galván el equipo ha mejorado mucho. Hay jugadores con muchísima calidad como Rodri, Luis Alberto, los dos Jairo, Campaña, Hugo… son jugadores que arriba tienen calidad de sobra y, si le dejas un par de metros, seguro que te la hacen. ¿60 goles a favor y 26 en contra? ¡Puf! Creo que eso lo dice todo.

Ésta es simple: háblame del entrenador, háblame de Ramón Tejada.

Tejada es éste el tercer año que estoy con él y pienso que es un trabajador nato porque lo intenta llevar todo a “rajatabla”, cuidar todos los detalles, intenta que todos sus jugadores estén contentos, siempre busca el bien del equipo… y yo creo que es un entrenador al que se le coge mucho cariño porque se hace querer. Además, es un entrenador que le gusta jugar al fútbol porque por ejemplo, Diego Rodríguez, el año pasado, o Fermín Galeote cuando estuvo en el filial, no se han atrevido a hacer jugar al balón, a tocar a intentar presionar siempre arriba. Ramón es un entrenador distinto que nos está dando mucho, y bueno.

Tu situación personal, ¿por qué crees que eres pieza fundamental en los esquemas del técnico? ¿Cómo te sientes?

Creo que, en la posición que estoy jugando, hay pocos jugadores o ninguno en el Sevilla Atlético. Entonces, yo tengo una consigna dicha por el míster que es moverme delante de los centrales porque eso da mucho equilibrio al equipo ya que, en caso de ataque del rival, soy el primero que tiene que estar ahí ayudando, aunque la presión empieza por los delanteros. Luego, a la hora de jugar, pues siempre es un apoyo para los compañeros, estar bien situado, dando facilidades al resto… Pienso que la posición que tengo la estoy realizando bien y creo que, como se suele decir, soy una pieza importante para el filial.

Sobre eso quería preguntarte, ¿sientes que tu presencia se antoja fundamental teniendo en cuenta que la consigna básica del Sevilla Atlético es ir al ataque y que, con cinco jugadores por delante de ti, tengas que aportar ese equilibrio que hace que el equipo no se resienta?

Aunque parezca que no, a mí la posición que tengo me gusta porque, aunque tenga que hacer el trabajo sucio, me gusta robar y soltar el balón rápido a los compañeros. Es una posición que me gusta y es en la que me siento realmente cómodo.

Hablando un poco de la liga. Llega el partido en Écija, octavo clasificado, ¿cómo ves el encuentro? ¿crees que de sacar un resultado positivo ya de forma definitiva vais a hablar de subir? De cara al sevillista, porque creo que el vestuario esto lo habláis.

Nosotros siempre, de cara al público, hasta el último encuentro de liga vamos a decir que vamos a ir partido a partido. Aunque las cosas, matemáticamente, las tengamos casi hechas, hasta que esto no ocurra no vamos a hablar de play-off. Hasta entonces partido a partido. Ahora toca Écija donde los puntos son muy importantes porque de ganar supondría sacarles un colchón bueno de puntos. Si esto no pasa, serían ellos los que se engancharían ahí arriba.

En caso de sacar un resultado positivo de Écija y la llegada de una serie de partidos ante Lucena, Lorca, Caravaca y Jumilla, unos rivales que son relativamente asequibles, ¿eso os puede posicionar de manera que digáis: “Señores, ¡vamos a ser campeones de grupo!”?

Sí, como bien has dicho, después de Écija vienen partidos contra equipos relativamente fáciles, pero la Segunda B está, ahora mismo, en una fase de campeonato en la que los equipos ya están dando lo último de sí para la permanencia o para disputar la liguilla. Entonces, Jumilla puede ser que dentro de un par de jornadas esté descendido, pero Lucena todavía tiene opciones de meterse arriba, el Écija, Lorca ganando dos o tres partidos se engancha… Si nosotros ganamos en Écija pues va a ser un golpe duro que vamos a dar en la mesa y bueno, ante los rivales más asequibles el equipo va a dar de sí todo lo que tiene para no bajarse de lo más alto.

Y fundamental el apoyo de la afición. Supongo que ver cómo estaba el otro día la grada, esperáis que no se quede en fruto de un día sino que estén domingo tras domingo apoyándoos que será para vosotros muy importante, ¿no?

Nosotros, cuando llegamos al vestuario, lo dijimos. Dijimos que era impresionante la cantidad de gente que había venido a ver el partido pues desde el día del Betis no se había llenado la grada. Este domingo vino un rival de arriba y la gente quiso venir a acompañarnos y eso, a la hora de jugar un partido motiva una barbaridad porque nosotros no solemos jugar con tantas personas animándonos y casi siempre, cuando vamos fuera, los campos están en contra.

Cambiando de tema, hablamos del primer equipo, ¿cómo estás viendo la temporada? ¿Qué te parece el momento actual?

El primer equipo está pasando por un momento en el que no está realmente cómodo dentro de los partidos porque los equipos, cada vez, te hacen más daño. Antes, el Sevilla siempre ha sido un conjunto que ha estado subiendo y bajando, no se le tenía en cuenta del todo, no tenía una idea clara de fútbol. Pero en estos últimos años, con las Copas, con los títulos, pues empezó a marcar una línea. Este año el equipo tiene que mejorar mucho, tiene que seguir ganando partidos. Ahora va a Bilbao y pienso que, de sacar un resultado positivo, en la mente de los futbolistas va a suponer un punto de inflexión y se van a dar cuenta de que, verdaderamente, ellos pueden. Se van a dar cuenta de que, no son tan buenos como por ejemplo el Barcelona, pero que tampoco son tan malos como los pintan. Pienso que el equipo tiene que sentir el apoyo de la afición, continuar animando como hasta ahora están haciendo y seguro que los resultados van a llegar.

Y en tu caso, estás a un paso del sueño, el sueño que cualquier sevillista puede tener. ¿Qué expectativas tienes?

Pues nada, seguir trabajando en el filial porque sé que las oportunidades llegan. Trabajar para cuando llegue esa ocasión saber aprovecharla y no dejarla escapar, porque el tren pasa una vez y, o te montas o no vuelve más.

La última por mi parte, la pregunta “guasa”. El año que viene vas a jugar sí o sí, como le gusta decir al presidente, en Heliópolis. ¿En qué categoría lo vas a hacer?

Esperemos que sí, esperemos que ellos no suban porque, si seguimos así y ellos no suben, vamos tener la oportunidad de subir y eso va a ser algo histórico. Sería algo muy bonito ¿no?, pero eso aún queda lejos. Primero hay que intentar jugar los play-off, luego intentar subir… y esperar que ellos no suban.

Salva, muchas gracias y mucha suerte para lo que queda de temporada. Hasta la próxima.

Muchas gracias a ti.