Goleada del Sevilla Atlético, 4-0, al cuarto clasificado de la liga, el San Roque de Lepe.

Exhibición, una más, de los pupilos de Ramón Tejada, a base de un grandioso despliegue de fútbol, presionando a muerte, tocando el balón sin cesar, con un juego de altísima intensidad y ganas...

Un partido propio de los que, afortunadamente, nos tiene este filial acostumbrados esta temporada.

El balón, desde el comienzo del encuentro, fue para los chavales del Sevilla quienes maduraban el choque de una manera brutal, avisando al conjunto lepero de lo que se les venía encima.

Y el vendaval franjirrojo tocó cima en el minuto 35, donde una falta de Luis Alberto (¡qué barbaridad de futbolista!) fue tocada en el segundo palo por Bernardo y Rodri, con una chilena de las que les gusta, alojó el esférico dentro de la portería rival. 1-0.

La cosa no quedó ahí, pues a la jugada siguiente, un centro perfecto de Ríos (parece que vuelve a ser el gran futbolista que veía en juveniles, cosa de la que me alegro mucho) al área chica es nuevamente rematado al fondo de las mallas por Rodrigol. Y ya van 19 goles para el de la Motilla.

Pero como estos chavales del Sevilla Atlético no saben hacer "otra cosa" más que dar espectáculo, y en el fútbol espectáculo significa goles, pues el tercero llegó al minuto. Jugadón entre Luis Alberto y Campaña que el de San José del Valle la ponía en la escuadra izquierda del portero rival.

Antes de empezar la segunda mitad, presagiábamos los allí presentes un segundo tiempo de calma, control y de dejar pasar los minutos esperando el pitido final...

Pues resulta que, al minuto y cincuenta segundos, el Sevilla Atlético creó tres ocasiones claras de gol. Lo pensado por todos en el descanso se nos quitó de la cabeza. El filial disfrutaba en el campo, y la afición en la grada.

Y, amig@s míos, quedaba la obra de arte de la mañana, de la temporada y del año. A Luis Alberto le da por coger el balón en la banda izquierda y espera la llegada del defensa rival. Le parte la cintura con el movimiento de pies y balón, le enseña la pelota, se la esconde, por aquí, por allá. Lo deja tirado y se dispone a entrar en el área. Pero no, vuelve a esperar al rival, al que vuelve a regatear y, desde el lateral del área le pega un zapatazo a la escuadra más lejana a su posición, donde ni siete porteros juntos pueden alcanzar.

La afición no sabía que hacer: gritar gol, aplaudir, secarse la baba, sacar el pañuelo, gritar ¡torero, torero!...

A todo esto, los titulares del primer equipo en el partido contra el Atlético de Madrid postrados en una valla aprendiendo a jugar al fútbol, deleitándose con la maravilla de partido del filial.

Negredo aplaudiendo, Rakitic con las manos en la cabeza, Medel asombrado, Escudé riendo...

... y Manzano en el palco.

Espero que este hombre, de una vez por todas, se dé cuenta de que algunas de estas joyas se merece ya una oportunidad en la primera plantilla, y que no quede todo como la visita turística que les hizo el día del encuentro en Cádiz.

Si con lo que vió ayer no le sirve aún para tomar la decisión y llevarla a cabo pues... sería una más de la incapacidad de este señor.

Está ante la oportunidad de colgarse una medalla, pero me da que esa medalla no descansará sobre su cuello.

Mi últimas palabras para la afición.

Magnífico el aspecto de las gradas de la ciudad deportiva. Entre el día espléndido que hizo, el color blanco y rojo que se formó y las ganas de deleitarse con el filial, se unieron las piezas necesarias para formar una estampa que los chicos de Tejada, y el propio Ramón, van a agradecer muchísimo. Equipo y afición unidos por la misma causa, hacer aún más grande el nombre del Sevilla Atlético.

Que esto no sea algo esporádico y que en las gradas de la Cisneros Palacios no quepa un alfiler los domingos a las 11:30 horas.

El banquillo del Sevilla FC está vacío, el dueño de las riendas de esos asientos no da señales de vida.

Manzano vuelve a "quitarnos" una clara victoria porque, para mí, la no victoria de nuestro Sevilla en la tarde de ayer se debió única y exclusivamente a la mano de nuestro entrenador, Gregorio Manzano.

Nos enfrentábamos a un equipo, el Atlético de Madrid, en una situación muy similar a la nuestra: siendo un "flan" en lo que al sistema defensivo se refiere, cuyo juego se basa en la pegada de sus dos puntas, la aportación de Reyes, y poco más.

Manzano empleó la lógica y sacó a lo mejor que tenía. Sin hacer las mismas estupideces que antaño. Esto es: Fazio y Escudé como centrales, Medel jugando de 5, Rakitic para dar sentido al juego, dos bandas con Perotti y Navas y dos puntas, Negredo y Luis Fabiano.

Hasta aquí lo esperado, sin sobresaltos.

La primera parte me pareció un tanto extraña pues veía a ambos ataques como muy sueltos, si bien nuestras ayudas defensivas eran mucho más visibles que la de los colchoneros. La primera parte se pasaba sin pena ni gloria y todo tenía pinta de que el luminoso no iba a moverse al descanso.

Pero en esas llegó el zurdazo de Álvaro Negredo, un jugador en un gran estado de forma. Gol que llegó de una forma que simple, clara y rápida, en tres toques y jugando fácil.

Perfecto.

Nada más empezar la segunda parte, el mazazo. Nuevo error defensivo, esta vez de Dabo (buen partido según mi criterio del senegalés hasta que lo lesionaron, quitando el fallo del gol, claro está) para que ellos, por medio de Koke a pase de Forlán, hiciese el empate.

El Sevilla parecía querer más, pero sin dar un paso definitivo hacia delante. De haberlo hecho, posiblemente, habríamos "machacado" al Atlético.

Pudimos ponernos al instante nuevamente por delante, pero ni Luis Fabiano y Negredo lograron alcanzar un centro raso de Navas desde la derecha. ¡Mala suerte!

Y a esto que, en una nueva jugada muy bonita del Sevilla, en una acción rápida, Perotti recorre su banda en un contraataque, cambia de banda a Jesús Navas y este, tal como le viene, se la deja franca para la entrada de Rakitic que, con un disparo preciso la pone donde De Gea no puede alcanzar. 1-2, la victoria se acercaba.

Pero claro, Manzano todavía no había dado su clase de "filosofía futbolística" o como queráis llamarlo.

El partido requería, mostraba bien a las claras, la salida de uno de los dos puntas para que, bien Zokora o bien Renato, sujetasen el centro del campo sevillista y, con el paso de los minutos y la necesidad de los locales de irse arriba harían llegar las oportunidades de encontrar espacios y finiquitar el partido.

Esas cosas tan simples, como aprender las vocales de pequeño, no las ve nuestro entrenador, que de nuevo hizo los cambios tarde y mal.

Con lo mal que defendemos (¿volveremos a dar los "bocaos" que dábamos a los contrario cuando se acercaban a nuestra portería?) era lógico que nos empataran, como así pasó, en una nueva desaplicación defensiva.

La ilusión que teníamos al charco de nuevo.

Y nuestro entrenador, por supuesto, sin inmutarse.

Los cambios, cuando ya nada que había que hacer, cuando quedaban menos de diez minutos para el final del partido, cambios de desquiciado.

Cambios que demuestran la capacidad de este hombre para ser el entrenador del Sevilla FC.

Se acabó el partido con un penalti clarísimo sobre Capel tras otro zurdazo espectacular de Negredo al larguero pero el colegiado, Mateu Lahoz, no iba a pitar eso, claro está. Bueno, ni eso ni nada porque lo de soplar el silbato no le gusta hacerlo.

Tablas en el marcador y para Sevilla con caras de tontos y a pensar en el Sporting.

Sé que en este post he sido muy duro con la figura de Gregorio Manzano. Lo sé. Pero que a todos nos está decepcionando de manera mayúscula su trabajo al frente de nuestro equipo. A día de hoy pienso que nos ha "engañado" futbolísticamente hablando.

El día que acierte lo diré de igual manera. Y claro está que por mí lo premiaría con su trabajo después de todos los partidos, pero la realidad nos dice lo contrario.

Y como dije en el último post: señor Manzano, ¡dedíquese a ganar y ganar y ganar!

Para eso le pagan, y muy bien por cierto.

La forma de la que nos despedimos de esta edición de la Europa Legue es la mejor de las maneras que puede existir. Con un inmenso alarde de casta y coraje de los jugadores que forman la plantilla del Sevilla FC.

Nuestro Sevilla consiguió algo que solo dos equipos han alcanzado esta temporada: batir a un equipazo de fútbol como es el Oporto, un conjunto que, digan lo que digan los "entendidos" del balompié sevillano, es uno de los mejores clubes que forma el panorama europeo.

Y el Sevilla FC ha sido superior en la mayor parte de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la antigua Copa de la Uefa. Salvo, en lo más importante de este deporte, el gol. No porque hayan marcado más que nosotros, sino porque supieron hacerlo en el momento justo, en el sitio concreto.

Por eso estamos hoy apeados de la competición europea.

Llegaba el Sevilla con la mayor de las ilusiones pues todos los estamentos del club (jugadores, técnicos, directivos y afición) creíamos en nuestras posibilidades, porque fuimos infinitamente superiores a ellos en la ida y, que a nadie se le olvide, somos un club importante a día de hoy en en el viejo continente.

Pero he aquí la figura de una persona que parece ser se ha empeñado en no dejar de tirar piedras contra su propio tejado: Gregorio Manzano.

Empezando por la alineación. El entrenador, nadie sabe por qué, deja fuera del once inicial a un futbolista que se ha convertido en el equilibrio del equipo y en un varal fundamental en la concepción de este Sevilla, Gary Medel, para darle la oportunidad a Zokora que, a estas alturas de la temporada, parece no enterarse aún muy bien de la película. Aún así, el costamarfileño tiene calidad de sobra para saber lo que un encuentro de esta enjundia requería. Pero no quedó aquí la cosa, pues Manzano también le da la camiseta de titular a Alexis, un futbolista que no da la talla para ser titular hoy en el Sevilla FC, y que, desgraciadamente, está dejando bien a las claras que las palabras de hace unos días de Martín Cáceres no iban mal encaminadas (sin justificar ni aplaudir las manifestaciones del charrua pues no me parecieron éticas). El resto del equipo el que se presumía con la ¿novedad? de Álvaro Negredo en la punta del ataque.

Con esto y un bizcocho la primera parte a la basura pues el balón era solo un objeto de deseo sevillista, solo eso, ya que para lo único que cogíamos la pelota era para pegar balonazos desde la defensa a los atacantes (perdiéndola siempre) o para seguir a los jugadores del equipo portugués.

Correr, correr y correr. Sin sentido. Correr para nada.

A todo esto, un desquiciado Alexis es perdonado por Howard Webb (que tiene el síndrome de "Iturralde", ser siempre él el protagonista, y que no fue escandaloso su arbitraje salvo algunas excepciones) pues debió ver la segunda amarilla en un agarrón clarísimo cuando un jugador del Oporto iba enfilado a la puerta de Javi Varas.

Bueno, pues 45 minutos perdidos absurdamente, parece que a Gregorio Manzano le da por abrir los ojos y ver que ha metido nuevamente la pata y tarda menos de un suspiro en cambiar a Zokora por Medel.

Empieza la segunda parte y parece que al balón le habían puesto un imán y su polo opuesto pegado a la bota del chileno. Todos los balones pasan por sus pies. Medel se ofrece en todas las jugadas. El Sevilla empieza a carburar y a meter miedo. Rakitic se siente más cómodo que en la primera mitad. Las bandas ya ven el brillante verde del césped a sus alrededores.

Todo parece que se pone a nuestro favor para dar un pasito adelante y encontrar el camino de la portería de hasta el entonces inédito Helton, el camino de la portería rival.

Pero llega el minuto 55, minuto en el que el entrenador vuelve a pifiar sobremanera. Con la idea de jugarse la vida a una carta, dejando una defensa de tres (buena idea pienso, yo también lo hubiese hecho) y a Medel en las ayudas, no se le ocurre otra cosa al buen hombre que sacar del campo a Sergio Sánchez que, además de estar en mejor forma que Alexis y ser más rápido que el malagueño en caso de contra lusa, no tenía tarjeta amarilla, para meter pólvora arriba con Luis Fabiano. Para rematar la cuestión, Manzano argumenta en sala de prensa que el cambio se debió a que Sergio no lo veía metido en el partido.

Esto son pequeñas cosas que "matan" a un futbolista.

La cosa seguía igual. El Sevilla continuaba con el control del partido y el Oporto esperaba su oportunidad a la contra.

Golazo de Luis Fabiano tras un jugadón de los delanteros sevillistas. Kanouté haciendo de controlador de juego, pasa el balón a Negredo en tres cuartos de campo y el vallecano, en un pase espectacular a LF10, deja solo a este que hace visible su infinita calidad para poner el esférico en el fondo de la meta rival.

Quedaban 20 minutos de ilusión, emoción y hambre sevillista, a la que se le sumó la inmediata expulsión de Álvaro Pereira por una fortísima entrada a Medel (el uruguayo se dió cuenta de lo que había hecho y pidió perdón al momento, cosa que alabo). El Sevilla era un huracán y jugaba contra 10.

Pero amigo, Webb todavía no había salido en la foto todo lo que era necesario. Todos sabíamos que a la mínima que pudiese iba a compensar. TODOS.

Bueno todos no, Alexis parece ser que no.

Otro agarrón de desquiciado sin venir a cuento y Alexis a la ducha. 10 contra 10 y la oportunidad que se esfumaba.

El Sevilla se iba a la desesperada arriba con muchísimo corazón y poca cabeza. Con mucha casta y mucho coraje.

Y, en estas, apareció San Varas.

El ayer titular bajos los palos de la meta sevillista hizo tres o cuatro paradas fundamentales para que la ilusión de los 9 restantes en el césped no se apagase. Partidazo de Javi Varas, pese a que no sirviera de mucho. Tenemos aquí portero para rato. Me alegro enormemente por él, por mí y por todos.

Tenemos dos grandísimos porteros. ¡Qué suerte la nuestra!

El partido terminó y nos quedamos en la calle. Pero tremendamente orgullosos de los nuestros. Nuestro Sevilla luchó, peleó, se dejó la piel... pero la inercia de la que os hablaba hace unos días no está con nosotros.

Ahora solo queda la Liga. Catorce jornadas. Un partido cada siete días (aunque, paradójicamente, tenemos partido el sábado, el martes y el domingo esta semana). Catorce finales para alcanzar el objetivo, jugar competición europea por octava temporada consecutiva el próximo curso.

Señor Manzano solo le pido dos cosas: ponga a los once que mejor están en estas catorce finales. Déjese de tonterías de que hacen falta rotaciones y cosas por el estilo. Déjese de palabrios en la sala de prensa que nada aporta para la victoria y hable en el campo que es donde los profesionales del fútbol hablan.

Última reflexión: nuestro Sevilla parece que vuelve para cuando más falta hace.

Sevilla, ¡nunca dejarás de ser grande!

Gregorio Manzano ha facilitado la lista de convocados que a primera hora de la mañana partirá rumbo a Oporto para la disputa del partido de vuelta de la eliminatoria de Uefa.

21 futbolistas con importantes novedades.

Entran en la convocatoria con respecto al choque ante el Hércules: Dabo, Alfaro, Acosta, Sergio Sánchez y el pichichi de toda la Segunda B, Rodri.

No entran en la lista de expedicionarios los lesionados: Palop, que no se ha recuperado a tiempo de su edema en el sóleo, Cáceres con una microrrotura fibrilar en el abductor izquierdo producida en el encuentro de ayer y Romaric, quien tiene una leve distensión del ligamento lateral externo del tobillo izquierdo.

Nuestro presidente atenderá como en él es habitual a las 9:00 horas de la mañana, una hora antes de que el avión del Sevilla parta con destino a tierras lusas.

Ya por la tarde, el equipo entrenará a las 19:00 horas de la tarde (hora local española), si bien el entrenador dará la correspondiente rueda de prensa previa, comparecencia a la que irá junto a un miembro de la plantilla.

Veremos qué palabras nos tienen unos y otros preparadas.

Seguro que serán palabras de ilusión y convencimiento.

Seguro.

Lo importante es que ambas son victorias. 3 puntos.

Aunque hoy me voy a permitir el lujo de empezar hablando del filial. Porque lo del Sevilla Atlético no tiene nombre.

Es un auténtico espectáculo lo que está haciendo este filial, lo que está llevando a cabo el conjunto dirigido por un currante del fútbol, don Ramón Tejada Carrégalo.

Hoy una nueva exhibición en un campo complicadísimo como es el del Ceuta.

El Sevilla Atlético va a ritmo de "manitas". En la tarde de hoy el resultado ha sido de 1-5. Lo que me "preocupa" es que, en mi opinión, hay gente que todavía no es consciente de lo que estos chavales están escribiendo con letras de oro en la historia de nuestro Sevilla o lo saben pero no le dan la importancia que tal hecho merece.

Señores: el Sevilla Atlético es líder del grupo IV de Segunda B con 52 puntos (quince victorias, siete empates y solo cuatro derrotas). Ha perforado la meta rival en 56 ocasiones y ha recibido 26 goles.

Y, encima, juegan como los ángeles cuando el partido se los permite y tiran de oficio (manda narices decir esto cuando algunos no tienen ni carné de conducir) si el partido se pone feo.

Pero voy más allá.

¿Recuerdan la Copa del Rey de juveniles que el Sevilla Fútbol Club conquistó en Aranda de Duero tras hacer un torneo espectacular y derrotando en la final al FC Barcelona? Pues el que estaba en ese banquillo es el mismo que está hoy en el del filial, Ramón Tejada. Y entre sus pupilos estaban los Rodri, Salva, Bernardo, Hugo, Moisés, Ríos... los mismos que hoy hacen que nos limpiemos la baba constantemente.

¿Y recuerdan lo que pasó al año siguiente en Nerja donde este mismo equipo con algunos retoques más volvió a conseguir el mismo título? Esos jugadores son los que forman la actual plantilla del filial en un altísimo porcentaje.

La clave, no me cabe duda, tiene nombre y apellido: Ramón Tejada.

El entrenador lleva tres temporadas haciendo un grupo de futbolistas amigos que se divierten jugando al fútbol, que quieren que disfrutemos de ellos, que quieren buscarse un hueco en este mundo del balompié. Y esto nos hace ver que Ramón es un hombre suficientemente preparado para cotas más altas (cada uno que lo interprete como quiera).

Y, esto es el Sevilla Atlético, un equipo que se pasea por la categoría a ritmo de goleadas ante equipos que deben estar por encima de ellos por presupuesto y por cotas deportivas porque, que a nadie se le olvide, los escalafones inferiores del club están hecho para formar futbolistas, y el que no lo quiera ver de esta manera pienso está cometiendo un grave error de apreciación.

Dicho todo esto, falta una de las cosas más indispensable en el mundo del fútbol. El apoyo.

El apoyo de nosotros, de la afición.

Estos chavales se ha ganado de largo que vayamos a la ciudad deportiva para arroparlos todas las mañanas de domingos, llueva, nieve o ventee. La piña entre equipo y afición tiene que ser fundamental para llevar al filial en volandas por siempre a ganar (como dice nuestro himno del centenario). No valen las clásicas excusas de: "Como vaya también a ver al filial mi mujer me mata" o "Mi mañana del domingo es para disfrutar de mi marido y mis hijos". ¡No señor! Si usted piensa de esta manera, coja usted a su marido o su señora y llévela a la carretera de Utrera. Allí va a disfrutar, va a animar, se va a divertir...

Y lo más importante: el Sevilla Atlético se lo va a agradecer enormemente.

Vamos a abarrotar las gradas del campo principal de la ciudad deportiva. Vamos a apoyar a nuestros chicos. Que nadie pueda salir vivo, deportivamente hablando, de nuestra casa.

Los chavales cumplen con la mayor parte del camino, ¿por qué no vamos a darles nosotros el último empujón para llegar de manera exitosa a la meta?

Y, tras terminar el encuentro del filial, comenzó el partido del primer equipo.

Lo único que importa en un partido de fútbol es el resultado, y el Sevilla hoy ha ganado por 1-0.

Del choque poco hay que decir. Manzano presentó algunas novedades en el once, quizás pensando en el partido del miércoles en Portugal, cosa que no entiendo teniendo en cuenta que no estamos sobrados de puntos precisamente. Pero bueno, la cosa salió bien.

Hay cosas que parecen empiezan a estar claras: que Medel tiene que ser titular, sí o sí, es un hecho que pienso que a nadie se le escapa. Da equilibrio, posibilidades de juego, apoyo a los compañeros... Un futbolista que necesitábamos como el aire para respirar y que esperemos continúe con su progresión. Rakitic cada vez da más muestras de el por qué de su fichaje. Construye juego a base de toques rápidos y con sentido. Se suma al ataque con mucha facilidad y encima, hizo el gol que al fin y a la postre nos ha dado tres nuevos puntos. Aunque os puedo asegurar que todavía no hemos visto nada de él.

Más cosas. La aparición tremendamente positiva de Fazio, que para mí tiene que ser un jugador de muchísimo peso en este Sevilla. La seguridad mostrada una vez más por Javi Varas que, sintiéndolo por él, le condena que delante suya esté el mejor portero de la historia de nuestro club, don Andrés Palop. Negredo sigue a lo suyo, haciendo un temporadón, partiéndose la cara por el equipo. Y las bandas parecen que terminan de coger el tono y que ya parecen volver a encarar y desequilibrar como antaño.

Si bien del partido poco hay que comentar pues fue una "castaña". ¡Qué mal jugamos, por Dios!

Pero hoy ganamos que es lo importante. Y yo estoy feliz hoy solo por esto.

Desde ya tenemos que tener todos los cinco sentidos puestos en el partido de Oporto.

Solo os recuerdo una cosa: el Sevilla Fútbol Club es muy grande.

No hace falta decir nada más.

No hay más remedio que sumar los tres puntos en la tarde de mañana. Por diversos motivos:

Primero, porque necesitamos los puntos como el comer pues que a estas alturas de temporada solo tengamos en nuestro casillero 31 ridículos puntos es algo que no pasaba por la cabeza de nadie cuando empezó la temporada. El objetivo no se puede distanciar aún más.

Segundo, porque jugamos en casa y no pueden volar más puntos de la casa grande del fútbol en Andalucía (Jesús, qué me gusta leer esto en tu blog) pues el dato es increíble: de 21 encuentros disputados en todas las competiciones, el Sevilla ha ganado nada más que 9 de ellos.

Y tercero, porque todos, jugadores, cuerpo técnico, directivos y afición ansiamos una alegría previa a la vuelta del partido de Oporto que nos ilusione con poder levantar la eliminatoria (¿por qué no?) y que ambas alegrías nos levante la moral de una vez por todas (tengo que decir que el hecho de no haber publicado nada tras el partido del jueves es debido a que mi ánimo no era el suficiente y el adecuado para pulsar una serie de teclas en mi ordenador).

Y el Hércules es el equipo que debe cargar con las consecuencias de las razones antes mencionadas.

Pero, sin embargo, los datos del conjunto alicantino son para echarnos a temblar. Sí, han leído bien, para asustarnos sobremanera. No porque sean extraordinarios, no, sino por todo lo contrario.

De las 17 ocasiones en las que han visitado Nervión solo han conseguido llevarse la victoria en dos. Esta temporada, el Hércules, de sus siete victorias hasta el momento solo una fue cosechada lejos del Rico Pérez. Seis puntos de 36 posibles. Además, 3 goles a favor y 21 en contra es el guarismo anotador de los pupilos de Esteban Vigo. Vienen sin dos de sus futbolistas más importantes: Valdez y Drenthe.

Y la que más me preocupa de todas: llevan 8 jornadas consecutivas sin ganar fuera de casa.

Cualquiera que lea esto pensará que estoy loco. Y es para pensarlo.

Pero este año somos expertos en cortar las rachas negativas de nuestros rivales. Si no que se lo pregunten a Getafe, Almería y Racing de Santander, por ejemplo.

Esperemos que esto no se cumpla y que mañana, a eso de las nueve de la noche, tengamos una sonrisa en la cara porque nuestro Sevilla haya sacado adelante el partido.

Lo de jugar bien, déjenlo si es necesario para otro momento. Ahora lo importante solo es ganar.

Para esta ocasión entra en la convocatoria Alexis y Acosta con respecto a los que la formaron ante los portugueses. Convocatoria de la que se caen Palop, por lesión (es duda para la vuelta del miércoles), y Romaric, Sergio Sánchez y Drago lo hacen por decisión técnica.

Sevilla, mi Sevilla, nuestro Sevilla: haced lo que queráis en el campo, pero cuando que cuando termine el encuentro tengamos 34 puntos.

Solo tenéis permitido dos cosas: GANAR O GANAR

Tras el entrenamiento previo al partido de mañana ante el Oporto, Gregorio Manzano ha ofrecido la lista de convocados para dicho encuentro.

Cuál ha sido la sorpresa que, a la presumible vuelta de Freddy Kanouté, se ha unido otra que esperábamos con ansias pero no quizás para esta ocasión.

La mejor de las noticias que podíamos tener.

Por todo.

Porque vuelve un grandísimo defensa que, viendo como está la cosa, buena falta que hace. Porque el vestuario necesita de sus palabras para despertar a un equipo que no levanta cabeza. Y, la más importante, porque se recupera de una lesión grave una grandísima y bellísima persona.

Descarto su titularidad en el once de mañana y dudo de su presencia en el banquillo. Pero lo que tengo seguro es que si Manzano se gira y dice: "Drago, ¡vamos!", el Comandante se levantará como un resorte... e irá.

Martín Cáceres, indultado, también vuelve a la convocatoria. Gran noticia, pues el equipo necesita estar unido más que nunca.

Dicho esto, la lista de 20 convocados la forman:

Porteros: Palop y J. Varas

Defensas: Cáceres, F. Navarro, Escudé, Sergio Sánchez y Alexis.

Centrocampistas: Fazio, Romaric, J. Navas, Zokora, Perotti, Renato, D. Capel, Medel y Rakitic.

Delanteros: L. Fabiano, Kanouté y Negredo.

Previo al entrenamiento, Gregorio Manzano y un jugador, en este caso fue Luis Fabiano, comentaron sus impresiones antes de la cita europea.

Palabras de Luis Fabiano:

Palabras de Gregorio Manzano:

¡ GRANDE DRAGO!

Si digo que Luis Fabiano es uno de los mejores delanteros centro del mundo estoy diciendo una realidad.

Si digo que Luis Fabiano es mi ídolo futbolístico lo dice mi camiseta.

Pero, una vez dicho esto, no podemos (digo podemos porque todos debemos aportar para que esto no continúe ocurriendo, sin quitarle la responsabilidad máxima al club) dejar que O'fabuloso siga con las salidas de tono a la que ya nos tiene, desgraciadamente, acostumbrado.

Y qué casualidad que estas siempre se producen desde un medio brasileño. Nunca en España. Nunca en casa.

Luis Fabiano debe saber que es uno de los estandartes que sujeta el proyecto sevillista, que su aportación, dentro y fuera del campo, tiene que ser brillante y ejemplar.

Yo, al igual que muchos sevillistas, estamos cansados que cada cierto tiempo se publiquen determinadas declaraciones en las que LF10 muestra su deseo de marchar del Sevilla FC.

Siempre se ha escudado en que sus palabras allí se han malinterpretado aquí o que eso no era exactamente lo que se había traducido en los medios españoles (una coartada que, dicho sea de paso, le sirve sobremanera sabiendo la profesionalidad de ciertos personajes del periodismo sevillano y español).

Pero tantas veces va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo, dice el refrán.

No sé si lo que busca Luis es una nueva renovación, cosa que no creo pues renueva cada "dos o tres días", o si lo que busca es irse a su país a pasar su "retiro futbolístico" entre los suyos cobrando el taco máximo, apuntándose así a la lista de los Ronaldo, Ronaldinho, Rivaldo y compañía.

No lo sé.

Lo único que sé y que es obligación suya es ayudar al Sevilla FC a conseguir los objetivos marcados que, viendo como está la cosa, se nos antoja una tarea sumamente complicada.

Cuando acabe el año Dios dirá lo que tenga que pasar. Bueno, Dios no, el Sevilla FC que es el que le paga y es el dueño de sus derechos federativos, que a nadie se le olvide.

Que nadie piense que Luis Fabiano se irá si un club brasileño viene ofreciendo "cuatro duros" por el carioca. Ya le ha pasado este mismo invierno al Corinthians.

No me quiero olvidar del tal José Fuentes, el representante.

Estos sí que son un peligro.

Pienso que mucha culpa de las declaraciones de LF10 se deben a los consejos del afamado representante, intentado así poner bien arriba al jugador en el mercado para recibir ofertas del club o de equipo interesados en sus servicios para, de esta manera, mover grandes cantidades de dinero con la finalidad de llenar las arcas propias.

Entiendo que ese es su trabajo.

Pero bueno, estamos acostrumbrados a esto por parte de Luis Fabiano así que nadie se preocupe que lo que tenga que ser será.

Y lo que decida el club... bien decidido estará.

Hoy nace aquí la opinión pública de un sevillista más. Un sevillista que siente como tú, que ríe con las victorias y se apena con las derrotas. Un sevillista que defiende a su equipo a capa y espada sin dejar de ver la realidad. Un sevillista que siente en rojo y blanco.

Un sevillista más.

Mi llegada coincide con la peor época de juego y, sobre todo, resultados del Sevilla FC más glorioso de nuestra más que centenaria historia.

Estamos envueltos en una vorágine de malos partidos a los que ni siquiera acompaña un resultado positivo.

Somos una banda defensivamente hablando (38 goles encajados en 23 jornadas de liga), y los que han podido ser que no fueron. El equipo no ayuda en las coberturas defensivas, no es solidario, se deshace con suma facilidad.

Problemas evidentes de mal planteamiento defensivo partido a partido.

Pero para mí esto es solo el resultado de hago que el sevillismo añora desde la marcha del, para mí, mejor creador de juego de la historia del Sevilla, Daniel Alves, y de un señor al que los entendidos del fútbol criticaban (todos sabemos a quiénes nos referimos) y que no terminó de tragar entre la afición pero que tenía a su equipo supermegahipertrabajado. Me refiero, sin duda, a Manolo Jiménez.

El equipo no presiona en EQUIPO, valga la redundancia, y no juega al fútbol. Y esto hace que, a día de hoy, seamos una "madre" para los contrarios.

Pero como decía aquel: "En esta vida todo tiene solución menos la muerte", y como me dicen algunos de mis seres cercanos: "Tú no has conocido al Sevilla de la mediocridad" (tengo 19 años, pero sí he vivido como en el Salto del Caballo un Toledo de la vida nos pintaba la cara o como nos encerraban en el Antiguo Colombino tras una victoria 0-1 con gol de Juan Carlos).

Y esto tiene, y debe, tener solución.

Tenemos un plantillón (el que diga lo contrario pienso que se equivoca) y el entrenador, Gregorio Manzano, debe saber exprimir al máximo las infinitas cualidades de este equipo que nos defiende (pienso que está capacitado para ello si bien aún no lo ha terminado de demostrar).

Y, lo más importante, ocasiones para enmendar este desagisado.

La primera, este jueves. Contra el Oporto. En Nervión. Jugamos el torneo que nos cambió la vida, la Uefa (para mí siempre será Uefa).

¿Por qué no pensar que esto va a cambiar?¿Por qué vamos a desconfiar en estos profesionales?

¿Será este encuentro el comienzo de la reacción?

Muchas preguntas con respuestas inmeditas, a 3 días vista.

NOSOTROS FORMAMOS PARTE DE LA REMONTADA, QUE NO SE NOS OLVIDE.

¡VAMOS MI SEVILLA! ¡VAMOS CAMPEÓN!

Bienvenidos de nuevo.