Hoy nace aquí la opinión pública de un sevillista más. Un sevillista que siente como tú, que ríe con las victorias y se apena con las derrotas. Un sevillista que defiende a su equipo a capa y espada sin dejar de ver la realidad. Un sevillista que siente en rojo y blanco.

Un sevillista más.

Mi llegada coincide con la peor época de juego y, sobre todo, resultados del Sevilla FC más glorioso de nuestra más que centenaria historia.

Estamos envueltos en una vorágine de malos partidos a los que ni siquiera acompaña un resultado positivo.

Somos una banda defensivamente hablando (38 goles encajados en 23 jornadas de liga), y los que han podido ser que no fueron. El equipo no ayuda en las coberturas defensivas, no es solidario, se deshace con suma facilidad.

Problemas evidentes de mal planteamiento defensivo partido a partido.

Pero para mí esto es solo el resultado de hago que el sevillismo añora desde la marcha del, para mí, mejor creador de juego de la historia del Sevilla, Daniel Alves, y de un señor al que los entendidos del fútbol criticaban (todos sabemos a quiénes nos referimos) y que no terminó de tragar entre la afición pero que tenía a su equipo supermegahipertrabajado. Me refiero, sin duda, a Manolo Jiménez.

El equipo no presiona en EQUIPO, valga la redundancia, y no juega al fútbol. Y esto hace que, a día de hoy, seamos una "madre" para los contrarios.

Pero como decía aquel: "En esta vida todo tiene solución menos la muerte", y como me dicen algunos de mis seres cercanos: "Tú no has conocido al Sevilla de la mediocridad" (tengo 19 años, pero sí he vivido como en el Salto del Caballo un Toledo de la vida nos pintaba la cara o como nos encerraban en el Antiguo Colombino tras una victoria 0-1 con gol de Juan Carlos).

Y esto tiene, y debe, tener solución.

Tenemos un plantillón (el que diga lo contrario pienso que se equivoca) y el entrenador, Gregorio Manzano, debe saber exprimir al máximo las infinitas cualidades de este equipo que nos defiende (pienso que está capacitado para ello si bien aún no lo ha terminado de demostrar).

Y, lo más importante, ocasiones para enmendar este desagisado.

La primera, este jueves. Contra el Oporto. En Nervión. Jugamos el torneo que nos cambió la vida, la Uefa (para mí siempre será Uefa).

¿Por qué no pensar que esto va a cambiar?¿Por qué vamos a desconfiar en estos profesionales?

¿Será este encuentro el comienzo de la reacción?

Muchas preguntas con respuestas inmeditas, a 3 días vista.

NOSOTROS FORMAMOS PARTE DE LA REMONTADA, QUE NO SE NOS OLVIDE.

¡VAMOS MI SEVILLA! ¡VAMOS CAMPEÓN!

Bienvenidos de nuevo.